Hoy hablé con él
sigo amándolo a pesar de todo
aunque no pueda perdonarme
por más que no quiera entender.
También yo aún sigo sin ver,
entre otras cosas, lo que me pasa.
Sigue peleado con el mundo
pero agradece mi lealtad.
Está muy enojado,
que dije cosas imperdonables.
No entiendo que pasó, no quería
yo no empecé primero
Y, sin embargo, creo
pudiera haber sido más amable.
No alcanzan las buenas intenciones
no es suficiente una pizca de amor
mucho menos basta la pasión
tampoco algo de inteligencia
él reclama sólo prudencia
pero ¿es factible ejercerla
cuando se es presa del miedo,
de la desprotección más absoluta?
No conviene ser débil, no hay duda
Tal vez el tiempo – quizá nunca-
me ayude a ser mejor
o al menos, más madura.
Crédito foto: soledadgotica.blogspot.com
Responder